La cirugía de reemplazo de rodilla, conocida también como artroplastia de rodilla, es un procedimiento que implica la restauración de una rodilla dañada mediante componentes de metal y plástico. Se recomienda para personas con artritis severa o lesiones graves en la rodilla.
Razones para el Procedimiento
- Osteoartritis: Esta condición implica el desgaste del cartílago articular, lo que provoca dolor y limita el movimiento de la rodilla. Afecta principalmente a adultos de mediana y avanzada edad.
- Artritis Reumatoide: Una enfermedad autoinmune que causa inflamación de la membrana sinovial, resultando en dolor, hinchazón y rigidez de la articulación.
- Artritis Traumática: Ocurre debido a una lesión en la rodilla, como fracturas o desgarros de ligamentos, que dañan el cartílago y limitan la funcionalidad de la articulación.
Síntomas Indicativos
- Dolor Severo: Dolor constante en la rodilla que interfiere con las actividades diarias, como caminar, subir escaleras o estar de pie.
- Hinchazón: Inflamación visible en la rodilla, a menudo acompañada de rigidez y dificultad para mover la articulación.
- Inestabilidad: Sensación de que la rodilla "cederá" o se desestabiliza, aumentando el riesgo de caídas.
- Falta de Respuesta a Tratamientos: No mejora con tratamientos conservadores como medicamentos, terapia física, o inyecciones.
Descripción del Procedimiento
- Preparación: Incluye una historia clínica completa, examen físico y pruebas diagnósticas como radiografías o resonancias magnéticas.
- Cirugía: Bajo anestesia general, se eliminan las superficies dañadas de la rodilla y se reemplazan con una prótesis de metal y plástico. La prótesis puede estar cementada o no cementada, dependiendo del caso.
- Cuidado Postoperatorio: Incluye estancia hospitalaria para monitoreo, inicio de terapia física y manejo del dolor. Se utilizan máquinas de movimiento pasivo continuo (CPM) para ayudar en la rehabilitación inicial.
Riesgos y Complicaciones
- Riesgos Comunes: Como en cualquier cirugía, existen riesgos de sangrado, infección y formación de coágulos sanguíneos.
- Problemas con la Prótesis: La prótesis puede aflojarse, desgastarse o desplazarse con el tiempo, posiblemente requiriendo una cirugía de revisión.
- Lesiones Nerviosas o Vasculares: Pueden ocurrir durante el procedimiento, resultando en debilidad o entumecimiento.
- Dolor Persistente: En algunos casos, el dolor no se alivia por completo con la cirugía.
Recuperación y Rehabilitación
- Cuidado en el Hospital: Involucra el uso de una máquina CPM y ejercicios guiados por un fisioterapeuta para recuperar el rango de movimiento y la fuerza muscular.
- Cuidado en Casa: Instrucciones específicas para mantener la zona quirúrgica limpia, gestionar el dolor y seguir una rutina de ejercicios. Las modificaciones en el hogar, como barandillas y dispositivos de asistencia, son esenciales para prevenir caídas y facilitar la recuperación.
- Rehabilitación a Largo Plazo: Puede tomar varios meses, con seguimiento constante para asegurar la correcta integración de la prótesis y la restauración completa de la funcionalidad de la rodilla.
Conclusión
La cirugía de reemplazo de rodilla es una intervención significativa que busca aliviar el dolor y restaurar la función en rodillas gravemente dañadas. Es crucial consultar con un especialista como el Dr. Meza en Toluca para determinar el mejor enfoque de tratamiento y asegurar un resultado exitoso.